RECLAMANDO A LOS BANCOS
¿Quién le iba a decir a los bancos que les iba a caer la que les está cayendo? Qué lejos quedan ya aquellos asuntos de las preferentes, swaps y otros productos, cada cual más enrevesado que dieron los primeros disgustos a la banca, pero que parecían alejados del gran público. Pero ahora, no hay día en que no aparezca una oportunidad de reclamarles, por cualquiera de nosotros
Cuando tengamos este artículo publicado, quizás el Gobierno haya publicado el decreto que regulará el procedimiento que utilizarán los bancos para devolver lo cobrado de más, en aquellos contratos que contenían la famosa cláusula suelo. Mucho me temo que no va a ser todo tan fácil como nos lo están pintando últimamente. No olvidemos que hay bancos que siguen sin darse por aludidos. Habrá que estar encima de ese tema.
Por otro lado, una sentencia del Tribunal Supremo ha abierto la puerta a reclamar la devolución de los gastos de formalización de hipotecas, considerados excesivos por el Alto Tribunal. Éste entiende que no pueden recaer en el comprador todos los tributos, comisiones y gastos derivados del contrato de compraventa e hipoteca.
Este supuesto nos afecta a todos los firmantes, ya que no había ningún banco que no repercutiese la totalidad de esos pagos al comprador. Y serán reclamables aunque el préstamo haya vencido. Por lo tanto, valdrá la pena desempolvar aquella carpeta de gastos que tenemos guardada y valorar su reclamación.
Por último, la Ley de la Segunda Oportunidad está posibilitando que todas aquellas personas, que habiéndose endeudado en su día en un negocio o inversión y, que no pueden hacer frente a sus deudas, puedan solicitar la exoneración de la misma, siempre que se cumplan una serie de requisitos, entre ellos, el haber actuado de buena fe.
Se acabó, con esta ley aquella gravosa situación en la que uno lo perdía todo y, además, el resto de deudas no pagadas te acompañaban durante toda la vida.
